Alfonso Diez García

Cronista de Tlapacoyan

alfonso@codigodiez.mx

Los secretos de las calles de Tlapacoyan

Tlapacoyan tiene secretos que conocemos muy bien los que ya somos "adultos mayores" (de acuerdo con lo que rezan las siglas del INAPAM). Túneles y pasajes que cruzan el centro histórico de nuestra ciudad y que fueron tapiados hace años, en las entradas de ambos extremos, pero no tapados totalmente, por lo que permanecen ahí. Calles que cambiaron de nombre, con o sin explicación, aunque ya sabemos que la mayoría lleva el de los héroes de la batalla del 22 de noviembre de 1865, de la Independencia y del 5 de mayo; pero, curiosamente, ninguno de la Revolución de 1910.

El palacio municipal, en la esquina de Ferrer y Cuauhtémoc, cuando todavía no tenía el reloj.

He comentado ya en otras crónicas del "pasaje secreto" que comunicaba nuestra casa de la calle Ferrer (# 203 en la actualidad, donde está el museo) con la de Wolstano Vernet, ubicada en la esquina de Cuauhtémoc y Héroes (en la contra esquina del parque); corría del patio interior de ésta a uno de los cuartos traseros de la de Ferrer. Ese pasaje lo tapiamos en los 1960s, cuando ya habían fallecido tanto don Wolstano como su cuñada, doña Mater, que fue quien se quedó a vivir ahí.

Había también un túnel que iba de la casa de los Mendoza de la calle Cuauhtémoc, frente a la calle Ferrer, hacia la de don Wolstano,  conforme a lo que me ha platicado Tina.

Uno más salía del interior de donde estaba la farmacia del Api-Aba (así se le conocía), localizada en la esquina de Gutiérrez Zamora y Héroes, que cruzaba también hacia la iglesia. Éste fue tapiado por órdenes del coronel Carlos Lanzagorta al finalizar los 1950s o comenzar los sesentas.

También de la iglesia salía un pasaje que comunicaba con la casa de Tayde Martínez, en Gutiérrez Zamora e Hidalgo; había, o hay, una fuente en el interior, cerca de la entrada al pasaje. Tayde tenía una letra muy bonita y fue por eso el calígrafo de... otra vez, don Wolstano.

La iglesia de El Cerrito, en construcción.

¿Cuántos otros pasajes y túneles hay bajo las calles de Tlapacoyan, o en el interior de diversas viviendas?

Hay calles, como la actual Héroes de Tlapacoyan, que han tenido otros nombres. Ésta tuvo no sólo el conocido Alatorre; antes de éste se llamó Perdomo Ruiz. Es sabido que el nombre Héroes... se le puso como homenaje a los héroes de la Batalla de Tlapacoyan, algunos de los cuales también han sido homenajeados poniendo su nombre a diferentes calles como Ferrer, por el coronel Manuel Alberto Ferrer y Corzo, cordobés nacido el 19 de octubre de 1813, quien encabezó la lucha contra los invasores austriacos.

Tras la batalla del 22 de noviembre de 1865, el gobierno del estado emitió el decreto 142, el 13 de marzo de 1868, en el que le da la categoría de Heroica a Tlapacoyan.

Ignacio Alatorre Riva ha sido calificado como traidor ¿de manera injusta?>

La calle Rojano debe su nombre al comandante Zenobio Rojano, que defendía la trinchera de Téxcatl, junto a Ferrer, con 80 hombres de su ejrcito y 20 voluntarios estuvo a cargo de la defensa de El Peñascal, con 50 miembros del ejle rinde homenaje al capitército y 40 voluntarios del pueblo de Tlapacoyan.

La calle Valdez, por el capitán Bernabé Valdez, que se atrincheró en Itzapa junto a 80 hombres, 20 de ellos voluntarios; Arriaga es la calle con la que se le rinde homenaje al capitán Pascual Arriaga, que estuvo a cargo de la defensa de El Peñascal, con 50 miembros del ejército y 20 voluntarios tlapacoyenses.

La confluencia de las calles Gutiérrez Zamora y Cuauhtémoc era conocida como La Horqueta, porque ahí se forma la "Y griega" de donde se pasa a Itzapa y va a dar en la actualidad a la carretera que comunica con Atzalan. En este lugar estuvo atrincherado con 130 hombres, antes de la batalla final, el general Ignacio Alatorre Riva, sonorense de Guaymas que nació en 1832 y murió en Tampico en 1899. Debido al desarrollo de la batalla no estuvo junto a sus hombres cuando fueron aplastados por los austriacos y por esta razón se adujo injustamente que era un traidor y le quitaron su nombre a la que ahora es la calle Héroes, pero dos años después de los sucesos del 22 de noviembre de 1865 fue comandante militar y gobernador del estado de Veracruz, del 22 de junio al 30 de noviembre de 1867; luego ostentó los mismos cargos en Puebla, del 6 de marzo a julio de 1872. Fue también gobernador interino de Yucatán, entre el 24 de marzo y el 17 de mayo de 1873 y Porfirio Díaz lo hizo finalmente embajador de Ma sido reconocido de esta manera por yo de 1873 y Porfirio D. Fue tambiobernador del estado de Veracruz, del 22 de junio al 30 déxico en Centroamérica. Si hubiera sido un traidor no habría sido reconocido de esta manera por los gobernantes de nuestra patria.

La calle Juan de la Luz Enríquez toma su nombre del que gobernador del estado de Veracruz del 1 de diciembre de 1884 al 17 de marzo de 1892 (dos períodos consecutivos). De la Luz nació en Tlacotalpan el 16 de mayo de 1836 y murió en Xalapa el 17 de marzo de 1892.

Manuel Gutiérrez Zamora de la Concha e Ignacio de la Llave y Segura de Zevallos también fueron gobernadores de Veracruz y el estado rinde un homenaje permanente a este último al añadir su nombre a la palabra Veracruz. De la llave llevaba consigo 500 onzas de oro el 23 de junio de 1863 y su escolta lo descubrió y lo atacó de tal manera que éste sólo alcanzó a llegar a su hacienda del Jaral, en Guanajuato, para fallecer ahí. Por esta razón, Benito Juárez le dio a Veracruz su nombre. Hace cuatro meses se cumplieron 150 años de su asesinato.

Ignacio de la Llave y Segura de Zevallos fue asesinado hace 150 años.

Puntos de referencia

No es necesario explicar cuál es el origen de nombres de calles como Cuauhtémoc, Juárez, Hidalgo, 5 de mayo, Zaragoza, Morelos y Mina (por citar algunos del centro histórico), porque resulta evidente, pero hubo un tiempo en que la gente no se refería a alguna calle en particular para señalar el lugar al que se dirigía (algunos todavía lo hacen) y había puntos de referencia que todos utilizaban, por ejemplo, "Voy por en ca' (en lugar de voy por la casa de...) la totonaca", refiriéndose a la casa de Tomás Wuotto (que era yerno de una mujer a la que le decían "la totonaca") y está en la calle de Gutiérrez Zamora, por donde vivía Rafael Ochoa Alarcón, sus hermanos Odilón y Carlos y su mamá, Julia Alarcón.

O "voy al venadito", la propiedad (tienda) de Heliodoro Oliver en la calle Hidalgo que tenía pintado un venado en el exterior.

Había quienes decían "Voy a la antigua palma" y se referían a la tienda de los abuelos de Pepe Guzmán (actual propietario del restaurant Las Acamayas), que así se llamaba y la ostentaba pintada en su exterior. El papá de Pepe tenía, por cierto, una cantina en la esquina que forman las calles Ferrer y Cuauhtémoc, en un local que le rentaba Chucha Diez.

"Voy por ca' Melgarejo, o por ca' don Wolstano" también era común, cuando alguien se dirigía por la casa de estas personas. O "Voy por la fábrica de hielo", refiriéndose a la de Aurelio Núñez que estaba en la calle Ferrer, entre Llave y Gutiérrez Zamora, frente a las oficinas de Toño Concha y del ARIC. Ahí también hubo un asoleadero de café que se utilizaba para los bailes de la feria anual de la población.

Otro punto de referencia muy conocido a la fecha es "El Oro Verde", ubicado en la curva que está en la calle Cuauhtémoc, de salida para Teziutlán y se trata de una propiedad con ese nombre en el exterior que era de Teodoro. Vargas, esposo de la señora Carreto.

Otros más eran "Los Lirios", localizado en la curva del libramiento, donde Constituyentes se convierte en Francisco González Bocanegra; El Rastrillo, al dejar atrás la calle Hidalgo, tras pasar por la iglesia de El cerrito y bajar por lo que antes era el camino hacia Martínez de la Torre.

Una nota curiosa la da la calle Lic. Enrique López de León, que fue llamada así por él mismo cuando era presidente de Tlapacoyan (en un acto por demás inusual) y que se localiza en la colonia Carlos Romo.

Los teléfonos

No podemos dejar de mencionar en esta crónica la evolución de las líneas telefónicas en Tlapacoyan, aunque sea de manera somera. Hubo una época, que llegó hastaprincipios de los años cincuentas en que para hablar por teléfono había un aparato con una manivela del lado derecho a la que había que darle vueltas (dos ó tres) y luego levantar el auricular para escuchar la vozde la operadora: "Me comunica con el 27", se le decía, por ejemplo, y ella hacía el enlace. En la casa de Ferrer teníamos el teléfono con el número 10 (como parecería corresponder, curiosamente, a la familia Diez). La farmacia del Api-Aba tenía el 4, Banamex el 1, Intercambio Mercantil de México el 9, Francisco Arámburo el 6, Toño Concha el 8, Anselmo Corrales Bonilla el 7 y José María Lanzagorta Mendoza el 34.

Antes de llamar, había que indicar el nombre de la compañía telefónica a la cual estaba suscrito aquél al que se llamaba (en nuestro caso Ericson), porque había dos empresas quedaban el servicio.

Luego estos se transformaron en 50010, 50004, 50001, y así sucesivamente; después se volvieron a convertir, ahora en 3150010, 3150004 y 3150001, por nombrar sólo los ejemplos mencionados antes y finalmente surgió una nueva clave de larga distancia, la actual, que antepone el 225 a los números anotados con anterioridad, para quedar en números de teléfono con 10 dígitos. Lo curioso es que mientras a otras poblaciones simplemente se les añadió su clave anterior y antes de ésta un 2, en el caso de Tlapacoyan cambió totalmente: Martínez de la Torre, por ejemplo, tiene la clave 232 y luego le sigue el número de teléfono que comienza también con 32; Teziutlán la 231, seguido por el número 31 y luego los dígitos necesarios hasta completar 10. El caso de Tlapacoyan no es el único, pero no deja de llamar la atención.

Se quedan otros recuerdos en el tintero, pero esta crónica cubrió ya su espacio así que, nos vemos en la próxima.

Ver todos