En 1921, hace justamente 90 años, Ramón López Velarde
escribió su Suave Patria. En ese poema espléndido hay un verso: "... Y la
hora actual con su vientre de coco...". Cargada de destino, ciertamente,
estaba la hora de México en aquel año crucial, tanto que el poeta de Jerez la
vio con el vientre redondo y duro de una mujer embarazada y a punto de
alumbrar. Así contemplo yo la actual hora de México. No puedo hacer un verso
como aquel, naturalmente, pero sí puedo compartir tal intuición. Lo que no sé
es qué carga lleva ahora el tiempo mexicano. ¿Es carga de violencia lo que
tiene henchido el vientre de la patria o es promisoria carga de esperanza?