Personajes

Alfonso Diez

alfonso@codigodiez.mx

La bisabuela mexicana de Alberto II de Mónaco

* Quién era Susana de la Torre y Mier

 

La boda tan esperada –por la edad del contrayente- del príncipe Alberto II de Mónaco finalmente se llevó al cabo. Tuvo una gran difusión, aunque no tanta como la de Catalina y Guillermo de Gran Bretaña. Pero ese no es el tema central de este Personajes. El tema es el origen mexicano de Alberto y concretamente quién era su bisabuela, Susana de la Torre y Mier, nacida en México y emparentada en línea directa con personajes que acapararon las primeras planas de la vida nacional y han trascendido a lo largo de las páginas de nuestra historia hasta la fecha.

Susana Mariana Estefanía Francisca de Paula del Corazón de Jesús de la Torre y Mier era hija de Isidoro de la Torre y Gil y de Luisa Mier y Celis, nació el 2 de septiembre de 1858 y tenía seis hermanos, Ignacio, Concepción, Isidoro, María Guadalupe, Tomás y Esperanza. Su papá era dueño de una considerable fortuna que incluía más de diez haciendas, entre ellas la de San Nicolás Peralta, ubicada en el municipio de Lerma, estado de México y la de Santiago Tenexpango, en Cuautla, Morelos.

 

Ignacio de la Torre y Mier

Merece especial atención el caso de uno de los hermanos de Susana, Ignacio, ocho años menor que ella. Ignacio de la Torre y Mier (ver “La verdadera fortuna de Porfirio Díaz”, en otro “Personajes”) estaba casado con una de las hijas de Porfirio Díaz, Amada Díaz Quiñones y la prensa de la época lo hizo famoso cuando fue descubierto por la policía en una fiesta de homosexuales en la entonces llamada Avenida de la Paz (hoy Ezequiel Montes), eran 41 y de ahí se desprende el uso de este número en la actualidad como sinónimo de homosexual. Al morir su madre le dejó las haciendas mencionadas antes y vivía con Amada en una magnífica casa, ubicada en la confluencia de las calles que hoy conocemos como Bucareli-Guerrero, Reforma y Avenida Juárez; ahí estaba la estatua de Carlos IV, conocida como “El Caballito” y frente a ésta se localizaba la casa, señalada con el número 1 de Plaza de la Reforma.

Cuando Porfirio Díaz salió hacia el exilio, el 31 de mayo de 1911, lo hizo en el buque de vapor Ypiranga, que lo llevó a La Coruña, en España. Lo acompañaban todos sus hijos, menos Amada, que se quedó en México con su esposo, Ignacio; pero lo fueron a despedir a la estación de trenes de San Lázaro, cuando partió hacia Veracruz para abordar el Ypiranga. Ignacio odiaba a Madero por ser el causante, pensaba, del fin del régimen porfirista y se dedicó a pagar a diversos periódicos para que lo atacaran. Cuando Huerta y Díaz se unieron con el embajador de Estados Unidos, Henry Lane Wilson, en un plan para acabar con la presidencia de Francisco I. Madero en lo que se conoce como “El pacto de la embajada”, Ignacio les prestó su apoyo enviándoles uno de sus vehículos para que trasladaran a Madero y Pino Suárez fuera de Palacio Nacional. Su destino era la muerte, el 22 de febrero de 1913. Los sicarios, militares bajo las órdenes de Huerta, los sacaron de los dos automóviles en que los llevaban y los acribillaron, atrás de la penitenciaría de Lecumberri.

Con Emiliano Zapata, Ignacio tuvo un trato especial; lo consideraba un magnífico caballerango e intercedió ante su suegro para que lo liberaran en cierta ocasión en que cayó preso. Se lo llevó para ponerlo a cargo de una de sus caballerizas y la relación entre ellos pudo inspirar a Juan Rulfo para escribir esa parte de Pedro Páramo en la que el patrón le paga a uno de sus caballerangos para que arme a un grupo de empleados y los ponga a vigilar la hacienda, de tal forma que cuando alguna partida de revolucionarios llegara se encontrara con que la hacienda ya estaba tomada por otros que se hacían pasar por integrantes de la revolución.

Tiempo después, Ignacio cayó preso. Amada lo visitaba en la cárcel, donde tenía la compañía de Martín Luis Guzmán, también encarcelado. Cuando supo que Zapata iba a tomar la Ciudad de México se alegró porque pensó que lo iba a liberar, pero no fue así. Emiliano lo tomó como su prisionero personal y lo llevaba con él de pueblo en pueblo, de cárcel en cárcel. La tropa del hombre de Anenecuilco y sus compañeros de prisión se dieron cuenta de que De la Torre era homosexual y abusaron de él de tal forma que le destrozaron la cavidad anal. Sufrió violaciones múltiples. Tenía el esfínter totalmente desgarrado.

A finales de 1917 los carrancistas tomaron Cuautla y liberaron a los presos. Ignacio aprovechó para escapar. Se dirigió a Puebla, donde le prestaron un caballo y disfrazado huyó hacia los Estados Unidos. Llegó a Nueva York en un barco de vapor con terribles dolores. Se internó en el hospital Stern. Los médicos lo operaron de inmediato, pero no pudieron salvarlo. Murió el 1 de abril de 1918.

Amada no volvió a ver a Ignacio. Tiempo después, los carrancistas le devolvieron algunas de las propiedades que les habían quitado. La plaza de toros se la vendió a Maximino Ávila Camacho y murió 17 años después que éste, el 22 de agosto de 1962, a los 95 de edad.

 

Pierre de Polignac

Susana viajó en diversas ocasiones a Europa y el 10 de octubre de 1881 se casó en París con el conde Maxence Melchior Edouard Marie Louis de Polignac. Tuvieron ocho hijo y uno de ellos, Pedro María Javier Rafael Antonio Melchor de Polignac de la Torre, se convertiría en príncipe de Mónaco y sería el padre de Rainiero III y abuelo de Alberto II de Mónaco, el recién casado.

Pedro María nació el 24 de octubre de 1895 en Château de Kerscamp, Morbihan, Francia; era el menor de ocho hijos. Los otros siete fueron Josefina (1882-1976), María Luisa (1884-1944), Raimundo (1885), Javier (1886-1961), Ana (1889-1970), Maxence (1892-1963) y Bertrand (1893-1910). Javier y Maxence  se casaron con sus primas hermanas, hijas de un hermano de su madre, Tomás de la Torre y Mier; Javier con María y Maxence con Laura de la Torre y Formento.

Pedro María era miembro de la nobleza francesa, de una de las familias con más abolengo y por tal motivo fue escogido por el príncipe Louis II de Mónaco para que se casara con su hija, la princesa Carlota de Mónaco (Carlota Luisa Julieta Louvet) y duquesa de Valentinois. Fue “escogido” porque nunca hubo una relación amorosa, de noviazgo, entre Carlota y Pedro; él era homosexual, pero el partido ideal para hacerlo príncipe, transformarlo en un Grimaldi y lograr que Carlota heredara la corona de su padre, quien la procreó con Marie Juliette Louvet-Piedefer.

Louis II conoció a Marie Juliette en Argelia, cuando estaba destacado con la tropa en ese lugar y parece ser que sus encuentros tenían lugar en el cuartel. Sobre quién era ella han trascendido varias versiones: que era modelo, lavandera, prostituta, actriz. Lo cierto es que nació en 1867 y murió en 1930. La hija de ambos, Carlota (Charlotte Louise Juliette “Mamou” Louvet) nació en Argelia el 30 de septiembre de 1898.

Pedro María, o Pierre de Polignac, se casó con Charlotte el 19 de marzo de 1920, por lo civil, y al siguiente día por la iglesia. Tres meses después se separaron y Pedro se fue a vivir a su casa ubicada en las afueras de París. El matrimonio estaba condenado al fracaso gracias a las preferencias de él y a las infidelidades de ella (explicables). Diez años después, Charlotte entabló una demanda judicial para divorciarse, el 20 de marzo de 1930, lo que logró gracias a un decreto de su padre, expedido el 18 de febrero de 1933. Un tribunal parisino lo confirmó en diciembre del mismo año. Louis II Grimaldi enfureció y amenazó a Pierre tras la firma del decreto con enviar al ejército a detenerlo si volvía a poner un pie en Mónaco, pero dos meses después recapacitó, lo perdonó –si es que había algo que perdonar- y le asignó una pensión de 500 mil francos anuales. A partir de ese momento, Charlotte y Pierre llevaron una “relación civilizada”; ambos se reunían con sus hijos. Tuvieron dos, la primera fue Antonieta (Antoinette Louise Alberte Suzane Grimaldi), Condesa de Polignac y Baronesa de Massy, quien nació en París un Día de los Inocentes, 28 de diciembre de 1920 y recién falleció, el 18 de marzo de 2011, en el Centro Hospitalario Princesa Grace, de Mónaco.

 

Rainiero

El segundo fue Rainiero III (Rainier Louis Henri Maxence Bertrand Grimaldi), conde de Polignac y Príncipe de Mónaco, el padre de Alberto. Rainiero nació en Montecarlo, Mónaco, el 31 de mayo de 1923. En 1955, Grace Kelly y Cary Grant filmaban la película “Para atrapar al ladrón” en Mónaco, dirigidos por Alfred Hitchcock; Rainiero visitó el hotel donde se hospedaban y quedó prendado de la belleza y la personalidad de Grace. La empezó a cortejar, la visitó en Estados Unidos y pidió su mano. Grace nació en Pensilvania, Filadelfia. Después de “Para atrapar al ladrón”, Grace filmó una película al lado del actor Alec Guinness que podía parecer un presagio de la vida “real” que le esperaba, “El Cisne”, en la que interpreta a una mujer que se convierte en princesa al casarse. Filmó una película más, la última, antes de su matrimonio con Rainiero, “Alta sociedad”, al lado de Bing Crosby y Frank Sinatra.

Se casaron por lo civil el 18 de abril de 1956 y por la iglesia el 19. Los padres de Rainiero, Pedro María y Carlota, estuvieron presentes al lado de su hijo durante la boda, como habían hecho también cuando fue coronado Príncipe de Mónaco, el 12 de abril de 1950, gracias a la renuncia de su madre a sus derechos de sucesión al trono, en 1944. Grace y Rainiero tuvieron tres hijos, Carolina (23 de enero de 1957), Alberto (14 de marzo de 1958) y Estefanía (1 de febrero de 1965). La carretera por donde circulaba Grace en Mónaco cuando filmaba al lado de Cary Grant fue la misma en la que tuvo el accidente que un día después le costaría la vida, el 14 de septiembre de 1982. Murió en el Centro Hospitalario Princesa Grace.

Carolina ha tenido cuatro hijos: Andrea (1984) y Carlota (1986) Casiraghi; Pedro Estéfano (1987) y Alexandra de Hannover (1999). Estefanía, tres: Luis Roberto Pablo (1992), Paulina (1994) y Camila María Kelly (1998)

Alberto recién se casó, con la nadadora sudafricana Charlene Wittstock, el 1 de julio de 2011, aunque tiene dos hijos reconocidos, Alexandre Eric Stephane (2003) y Jazmin Grace Rotolo (1997), quien vive en California.

Los nombres de la hermana de Rainiero, (Antoinette Louise Alberte) Suzane; de la tercera hija del mismo, Estefanía; del tercer hijo de Carolina, (Pedro) Estéfano y del primero de Alberto, (Alexandre Eric) Stephane, fueron decididos como un homenaje a la abuela de Rainiero, la mexicana Susana Mariana Estefanía Francisca de Paula del Corazón de Jesús de la Torre y Mier.

 

La muerte de Susana

Era hija de Isidoro Fernando de la Torre y Gil y de Luisa Mier y Celis. Sus abuelos paternos fueron Francisco de la Torre y Cossío, y Josefa Gil; los maternos, Gregorio Mier y Terán, y Mariana Celis y Dosal. Se casó en París, como se anotó líneas antes, con el conde Maxence Melchior Edouard Marie Louis de Polignac, el 10 de octubre de 1881.

El abuelo Gregorio era español, fue bautizado en 1796  en la iglesia de San Salvador de Cantamuda, cabeza de la comarca de La Pernia, Palencia, aunque nació en Redondo; los padres de éste fueron Antonio de Mier y Antonia Alonso de Terán. Gregorio Mier y Terán emigró a México, donde hizo una fortuna de tal magnitud que le decían “El Rothschild mexicano”.

Luisa, la mamá, nació también en Redondo, en 1830 y se casó con Isidoro de la Torre en el Puerto de Santa María, Cádiz, de donde era originario éste. Isidoro, ya en México, se convirtió en un importante hacendado azucarero por el rumbo de Orizaba, Veracruz.

Un hermano de Luisa, Antonio de Mier y Celis, se casó con Isabel Pesado de la Llave, quien nació en la ciudad de Orizaba el 31 de enero de 1832 y era hija de María de la Luz de la Llave y Segura y de José Joaquín Pesado Pérez. Los duques de Mier y Pesado, Antonio e Isabel, construyeron un bello palacio en Orizaba que a la fecha existe.

Susana, bisabuela de Alberto II, no pudo ver la boda de su hijo Pedro con la princesa Carlota de Mónaco, murió en Francia el 15 de agosto de 1913, a los 54 años de edad, en uno de los suburbios de la ciudad de Burdeos llamado Talence, parte de Gironda, en el departamento de Aquitania.

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