Personajes

Alfonso Diez

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La tumba vacía de Sahagún Baca

En el panteón de Sahuayo, Michoacán, hay un mausoleo que tiene inscrito el nombre de Francisco Sahagún Vaca en la parte superior izquierda, pero todo indica que el siniestro personaje que se supone debería estar enterrado en el lugar sigue vivo y protegido por un número importante de pistoleros en uno de los ranchos de su propiedad cerca del cementerio. Los lugareños dicen que todavía se dedica al tráfico de drogas.

Se trata del exjefe de la desaparecida Dirección de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia (DIPD), que formaba parte de la agrupación policiaca cuyo director era Arturo Durazo Moreno, durante el sexenio del presidente José López Portillo.

Cambió la “V” de su segundo apellido por la “B” que ostentó durante el ejercicio de su cargo en la policía. Le decían “coronel”, de la misma manera que a Durazo le decían “general”, aunque ninguno de los dos tenía cargo alguno en la milicia ni carrera o merecimientos para ostentar los grados mencionados.

Durante los seis años que estuvo al frente de la DIPD, Pancho, como le dicen sus amigos, se dedicó a extorsionar, a controlar delincuentes que le pagaban cuotas, a vender estupefacientes y a cometer asesinatos impunemente.

Un año antes de que terminara su trabajo en la policía aparecieron los cuerpos de 14 delincuentes sudamericanos flotando sobre el Río Tula y posteriormente se supo que habían sido torturados y ejecutados por órdenes de Sahagún Baca, para quitarles el cuantioso botín del último de los asaltos que perpetraron. El “coronel” los protegía y los traicionó.

Se emitió la orden de aprehensión correspondiente y en julio de 1989 se llevó al cabo un operativo policiaco para detenerlo en Las Ranas, su rancho de Sahuayo. Los amigos periodistas de Pancho (uno de ellos “Matarili”, Mario Munguía, del periódico Ovaciones) hicieron correr la versión de que éste había sido detenido y que había fallecido durante la tortura a la que fue sometido.

Fue entonces cuando “alguien” construyó el mausoleo con el nombre de Francisco Sahagún Vaca, pero ahora se sabe que la tumba está vacía. Javier Coello Trejo, quien fuera subprocurador de la Procuraduría General de la República (PGR), declaró hace poco que nunca se capturó a Sahagún Baca.

Los habitantes de Sahuayo que aceptan responder afirman que jamás hubo un sepelio de Sahagún y en el Registro Civil de la población no existe ninguna constancia de la muerte y/o del entierro.

Dicen que el camino al rancho Las Ranas está plagado de gente armada que vigila el acceso y que de vez en cuando se ve despegar el helicóptero del prófugo de la justicia.

Hay muchas preguntas sin responder, entre éstas: ¿Está Sahagún Baca involucrado con el grupo de narcos conocido como La Familia michoacana? ¿Cómo opera en la actualidad?

Se sabe que estuvo escondido en Jalisco, tanto en Guadalajara como en Ajijic. Estuvo en Italia y en España. De este lugar se trajo, acompañado por su mejor amigo, el cantante Enrique Guzmán, al sastre Alejandro Conde, un profesional del corte bueno y caro, que a la fecha le hace sus trajes a Enrique. Hasta hace poco la sastrería de Conde estaba en la Zona Rosa y entre las fotos de los clientes famosos que presumía estaba la de Luis Miguel.

Una curiosa anécdota que cuenta el mismo Enrique se dio de la siguiente manera: Sahagún era perseguido por la policía y le habló por teléfono al cantante: “Compadre, vete a dar una vuelta por “El Perro Negro” (el bar del exjefe de la DIPD), parece que se está metiendo la policía”. Guzmán se fue a dar la vuelta y la policía judicial lo detuvo. Se lo llevaron a Cuernavaca, a la casa del comandante Miguel Aldana, entonces jefe de la Interpol México, quien lo interrogó. Dice Enrique que él nunca aceptó saber dónde estaba Pancho: “Yo no sé nada, yo canto Payasito…” y lo dejaron ir.

Pero con frecuencia, los amigos y sobrinos de Sahagún visitaban (¿visitan?) al cantante en su camerino, en el lugar en que ofrece algún show. Había (¿Hay?) comunicación telefónica constante entre ellos dos.

Pancho Sahagún es primo de Martha Sahagún Jiménez, la esposa del expresidente Vicente Fox. Su bisabuelo común es el ingeniero civil Encarnación Sahagún, de Jamay, Jalisco, que tuvo dos hijos, Pascual y Prisciliano. El primero se casó en Sahuayo con Petra Cortés y el hijo que tuvieron, Pascual también, es el padre de Pancho, que nació el 6 de abril de 1942; la mamá es María de Jesús Vaca, quien nació en Pajacuarán. Michoacán.

Prisciliano se casó en Cotija con Guadalupe de la Parra y su hijo, el doctor Alberto Sahagún de la Parra se casó con Teresa Jiménez. Alberto y Teresa son los padres de Martha.

¿Dónde está Francisco Sahagún Baca? Es la pregunta que debe responder la PGR tras los últimos trágicos sucesos en Michoacán.

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