Personajes

Alfonso Diez

alfonso@codigodiez.mx

Los hijos de Guadalupe Victoria

* La pelea con el director del INEHRM

 

El tema de Guadalupe Victoria hay que retomarlo de manera urgente tras los últimos acontecimientos.

Estuve en Tlapacoyan, Veracruz, el pasado 22 de noviembre para participar en un evento en el museo de la ciudad que, además celebraba 145 años de La Batalla de Tlapacoyan (Ver en Código Diez).

Ese día, temprano, hubo desfiles y diversos festejos frente al Palacio Municipal y por la noche presentamos el libro “Guadalupe Victoria, un veracruzano nacido en Durango”, un esfuerzo loable de Arturo Oliveros que hemos comentado en el anterior Personajes.

Quedaron fuera del texto los datos acerca de las parejas sentimentales de Victoria, así como de sus hijos; 80 páginas no fueron suficientes para proporcionar tal información.

Pero podríamos decir que el año pasado quedó planteado el debate acerca de si Guadalupe Victoria, el primer presidente de México, tuvo o no descendencia. José Manuel Villalpando, director general del INEHRM y Coordinador de los Festejos del Centenario de la Revolución y el Bicentenario de la Independencia le dijo a Luis Armando Victoria Santamaría, descendiente de Victoria, que el expresidente no había tenido hijos; en otras palabras, lo acusó de usurpador, dado que se ostenta como descendiente.

Los hechos se dieron de la siguiente manera: El licenciado Victoria Santamaría, autor de un voluminoso libro acerca de Guadalupe Victoria titulado “El Águila Negra”, ha acumulado a lo largo de su vida un enorme archivo con fotos, cartas y documentos de don Guadalupe y un día de principios de 2009 fue a ver a Villalpando para ofrecerle el “Archivo Guadalupe Victoria”. Dice el licenciado Victoria que el director del INEHRM le respondió de manera airada y grosera que no existía un Archivo Guadalupe Victoria, que podía traer un archivo sobre el expresidente formado por él (por Luis Armando), pero para llamarle así tenía que haber sido formado por el personaje aludido… Y le lanzó además la acusación: Guadalupe Victoria no tuvo hijos, así que usted no es su descendiente…”, que para Victoria Santamaría fue como si le hubieran aventado un cubetazo de agua fría.

Salió del lugar el escritor con su ofrecimiento rechazado y contó del desagradable incidente a dos amigos, el autor de estas líneas y Leopoldo Mendívil. Éste respondió a Villalpando de inmediato reclamándole su proceder. Lo hizo en la columna que escribe en el periódico La Crónica.

La opinión del que escribe este texto es que Villalpando tiene razón en la parte que se refiere al Archivo Guadalupe Victoria, pero está rotundamente equivocado acerca de la descendencia del personaje en cuestión.

Vamos por partes:

Efectivamente, es como el caso de Porfirio Díaz. La Universidad Iberoamericana conserva el Archivo Porfirio Díaz, llamado así porque el propio general lo formó en su mayor parte, porque si hubiera sido conformado por cualquier otra persona tendría que haberse llamado “Archivo acerca de Porfirio Díaz”, o “Archivo documental sobre Porfirio Díaz”, por ejemplo.

Es el caso del que tiene Luis Armando Victoria Santamaría. Su archivo contiene documentos, fotos y cartas de Guadalupe Victoria, pero como lo formó otra persona que no es el personaje alrededor del cual se hizo no puede llamarse Archivo Guadalupe Victoria.

Por lo que se refiere a la descendencia del expresidente, la tuvo y estos son los datos:

1.- El 15 de octubre de 1826, en compañía de su compañera entonces, María Felipa Meza, llevó a bautizar a la hija de ambos (que había nacido un día antes) a la parroquia de La Asunción, en la Ciudad de México. Le pusieron el nombre de María Teresa de Jesús Victoria Meza. La paternidad se comprueba con lo que le dijo a su esposa, María Antonia Bretón y Velázquez, en su lecho de muerte, el 21 de marzo de 1843, en la Fortaleza de San Carlos, en Perote, Veracruz: “…tuve una hija, María Teresa Victoria Meza…”, “su mamá murió poco tiempo después, mi buen amigo Atilano la ha cuidado desde entonces. Mi hijo, Francisco de Paula, está bajo el cuidado de Atilano…” Así narra el hecho, de su puño y letra, María Antonia. Y confirma, por otra parte, que Francisco de Paula (López) es también hijo de Victoria.

2.- En 1813 bautizó a un hijo como Miguel Fernández en la Capilla del Monte de Piedad, en la Ciudad de México. Fue el producto de los amoríos que Victoria tuvo con Ildefonsa Reyes en Cuautitlán.

Miguel se casó con Josefa Fernández y sus hijos, Miguel y Anselmo, fueron bautizados en la iglesia de Regina, en la Ciudad de México. El primero el 23 de agosto de 1853 y el segundo el 12 de diciembre de 1854 con los apellidos Victoria Fernández. Miguel, el papá de Miguel y Anselmo, se formó como militar y obtuvo el grado de coronel. Murió en la batalla de Puebla, el 5 de mayo de 1862, a los 49 años de edad.

Y qué sucedió con los nietos de Guadalupe Victoria:

Miguel no tuvo descendencia. Fue militar.

Anselmo se casó con Agustina Flores el 20 de mayo de 1874 y con ella tuvo dos hijos: Wenceslao Jerónimo Victoria Flores, que nació el 30 de septiembre de 1875 y murió el 22 de octubre de 1930 sin haber dejado descendencia; y Felipa Matea Cruz Victoria Flores, que nació el 1 de mayo de 1877 y fue bautizada en la parroquia de San Sebastián Mártir, en la Ciudad de México. Murió el 30 de abril de 1966. Wenceslao y Felipa fueron, en consecuencia, bisnietos de Guadalupe Victoria.

Felipa Matea se casó con el austriaco José Chellak, con quien tuvo dos hijas, Remedios y Josefina. Chellak la abandonó y ella se volvió a casar, con Gilberto Gómez García. Con éste tuvo cuatro hijos: Gilberto, Felipe, Ricardo y María Elena. A estos cuatro los podemos llamar tataranietos de Victoria.

Wenceslao adoptó a dos de sus sobrinos, Felipe y Ricardo, que quedaron registrados con los apellidos Victoria Gómez; como paterno el del padre adoptivo, que también es el de la madre, y materno el del padre que los engendró. O visto de otra manera, invirtieron los lugares que correspondían a sus apellidos paterno y materno. Un caso verdaderamente curioso, pero suficiente para prolongar la existencia del apellido Victoria.

Ricardo se casó con María Luisa Santamaría, con la que tuvo siete hijos: María Hilda, Patricia Eugenia, Ricardo Guadalupe, Luis Armando, Gabriela Isolda, Melva Verónica y Martha Elvira Victoria Santamaría. Guadalupe Victoria fue el chozno, por lo tanto, de los siete.

Felipe es padre del periodista Felipe Victoria Zepeda, cuyo chozno (tatarabuelo de su padre) es también Guadalupe Victoria.

Hablamos, entonces, de tres hijos reconocidos por Guadalupe Victoria como tales: María Teresa de Jesús Victoria Meza, Francisco de Paula López y Miguel Fernández Reyes, que adoptó como apellido paterno el que escogió su padre: Victoria, y como materno el que su padre tenía realmente: Fernández; por lo que quedó como Miguel Victoria Fernández.  Otro caso por demás raro.

Ahora, la respuesta a diversos correos electrónicos de quienes han escrito al autor de estas líneas (de la columna “Personajes”) con la duda de si son descendientes de Guadalupe Victoria o por lo menos para saber si tienen parentesco con él.

El verdadero nombre de don Guadalupe era José Miguel Ramón Adaucto Fernández Félix. Era hijo de Manuel (o Francisco) Fernández de Victoria (El testamento de Victoria señala a su padre como Francisco Férnández y en el Codicilio del testamento, del 19 de diciembre de 1842, aparece como Manuel Fernández de Victoria) y de Alejandra Félix, por lo que el apellido Victoria, aunque no le correspondía, era el segundo de su padre. Sus abuelos maternos fueron José Miguel Félix y Rosa Niebla. Se desconoce el nombre de los paternos y del nombre del abuelo materno se explica que él llevara el mismo (Miguel) y que se lo pusiera a uno de sus hijos.

Su tío, el párroco con el que vivió, era Agustín Fernández y Victoria.

Tuvo tres hermanas y un hermano: Dionisia, Ildefonsa, Gertrudis y Francisco. Las dos primeras no tuvieron hijos, Francisco fue fusilado en Puebla el 11 de septiembre de 1830 y  no se sabe si tuvo descendencia.

Gertrudis se casó en Tamazula, Durango, el mismo lugar en que nació su hermano Guadalupe, con Juan Nepomuceno Salcido, con el que tuvo 8 hijos: María Dolores, María Guadalupe, María Concepción, María Trinidad, María de Jesús, Francisco, Ignacio y Juan. En este caso se confirma aquello de que todas las mujeres son Marías.

María Dolores se hizo monja en el Convento Teresiano de Durango.

María Guadalupe se casó con Luis Muguiro. Tuvieron cinco hijos: Josefa, Luis, Manuel, Antonio y Rafael Muguiro Salcido.

María Concepción se casó con Rodrigo Durán.

María Trinidad se casó con Manuel Herrera. Tuvieron tres hijas: Gertrudis, Altagracia y Manuela Herrera Salcido.

María de Jesús no se casó.

Francisco se casó con María Guadalupe Rosete.

De Ignacio no se conoce consorte, pero murió sin dejar descendencia.

Juan tampoco dejó descendientes.

Con María Antonia Bretón y Velázquez, “Tonchita”, su segunda y última esposa, no tuvo hijos. Cinco años después de la muerte del expresidente, ella se volvió a casar, con José de la Luz Rosains y Bretón. María Antonia murió en Huamantla en 1852.

Nota de Alfonso Diez: Tanto la carta de María Antonia, como la lista de descendientes de Guadalupe Victoria aparecen en el libro "El Águila Negra", de Armando Victoria Santamaría. Sin embargo, en su testamento, Guadalupe Victoria declara, al final de la cláusula 17 que: "...no tengo ascendientes ni descendientes que conforme a derecho me deben heredar". En el referido testamento, en la cláusula 15, Victoria nombra a su esposa, María Antonia, como "albacea testamentario fideicomisaria y tenedores de bienes..." y en la cláusula 16 la nombra "única heredera universal". Sólo se refiere a "Francisco López" en el Codicilio para que "se apodere de todos los bienes del otorgante después de cumplido cuanto en lo particular le tiene comunicado previa facción de inventarios y liquidación de cuentas entregue el remanente de ellas a su citada heredera..."

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